Frank (Bruce Willis) pensaba que una vez dejará el trabajo comenzaría a tener una vida tranquila y sencilla, es decir, esperaba tener una relajada y merecida jubilación. Frank ha dedicado toda su vida a ser el jefe de policía de un pequeño pueblo de Estados Unidos. Sin embargo, ahora, que ya es conocido como el exjefe del pueblo, se enfrenta a un nuevo problema, tiene a un capo de la droga buscándole para que no testifique contra su familia como testigo. Las amenazas irán a mayores cuando el criminal amenace a la hija de Frnak, Chloe (Ashley Greene).