Lucía es una niña de 10 años que vive junto a su madre, su hermana pequeña y su alpaca en la Isla del Sol, en medio del lago Titicaca, Bolivia. Lucía ve partir a su padre lago adentro y desde ese momento afronta en su día a día una nueva realidad teñida por la constante espera de su retorno. Poco a poco, la mente de Lucía va diluyendo los recuerdos del padre, mitificándolo y mezclándolo con las leyendas que se cuentan a los turistas que visitan su pueblo. Su deseo llega a crecer tanto que, cuando llega el momento, Lucía no reconoce en el hombre que regresa al padre que vio partir. Entonces se da cuenta que debe valerse por sí misma y, a su vez, partir en búsqueda de aquello que la impulsa a encender su propia luz.