Un western que narra una historia ambientada en Oklahoma en 1906. Allí viven, en una aislada granja, Henry (Tim Blake Nelson) y su hijo Wyatt (Gavin Lewis). Trastoparse con un caballo sin jinete y con la silla manchada de sangre, el padre decide buscar a su dueño, al que descubre casi muerto junto a un arma y una bolsa de dinero.