Cuando Alessandra y Emilio se mudan a la ciudad dejando solos a sus padres Carlo y Anna, la vida cambia para todos. En unos meses, los niños se olvidan de sus padres: algunas llamadas telefónicas, cumpleaños perdidos, funerales perdidos. Pero la gota que colmó el vaso para estos padres es saber que sus hijos no estarán presentes en Navidad.