El sueño de Tashi siempre fue dedicarse al tenis y ser una jugadora de este deporte de talla mundial. Sin embargo, el destino y sus habilidades quisieron que esto no fuera así. Ahora, que sus aspiraciones quedaron lejos, trabaja como entrenadora de su marido, Art. Su esposo comenzó como un jugador que dejaba bastante que desear, se lo podría llamar mediocre incluso. Pero las destrezas de Tashi lo convirtieron en un campeón de Grand Slam. Ahora, que la carrera de su marido no pasa por su mejor momento, lo apunta al torneo Callenger y allí se encontrará con su pasado.