En 2012, perdidos durante más de 500 años, se descubrieron los restos del rey Ricardo III bajo un aparcamiento en Leicester. La búsqueda fue organizada por una historiadora aficionada: Philippa Langley, cuya incansable investigación fue recibida con incomprensión por sus amigos y familiares y con escepticismo por los expertos y académicos. La verdadera historia de una mujer que se negó a ser ignorada y que se enfrentó a los más eminentes historiadores del país, obligándoles a recapacitar sobre uno de los reyes más controvertidos de la historia de Inglaterra.